sábado, 4 de agosto de 2012

Tren, subte o colectivo


Decidió analizar las posibles consecuencias para llevar adelante la solución. Tras una noche de sueño profundo después de haber encontrado aquella salida, musicalizó el momento que vivía con sus auriculares y enfrentó un cielo pintado de gris. Sus ojos lo encontraron sin problemas caminando las cuadras que lo separaban de un puente que permitía observar a trenes pasar por debajo del mismo. Se frenó varios segundos al notar que se aproximaba uno a toda velocidad. El grupo de personas que aguardaban su llegada comenzó a amontonarse. La lluvia llegó acompañada de algunos paraguas, que muchos no cerraban hasta el instante justo antes de subir al tren. Desde la otra dirección, pasó uno a toda velocidad sin frenar. Quizás sería más efectivo contar con ese. Pensó que con un simple y preciso movimiento, su idea era viable. 
Lo siguió en su camino hacia una avenida de constante transito. La parada del colectivo ya tenía una larga cola de espera. Varias líneas pasaban a escasos centímetros del cordón de la vereda. Quizás el paso sería incluso más sencillo.
Algunas horas más tarde, bajó tras él en las escaleras que lo separaban del subte. A lo lejos, notó que la luz se aproximaba cada vez más. Miró la línea amarilla del piso y a quienes esperaban para subir. El paso era aún más fácil y efectivo, pero implicaba pagar para alcanzar esa opción. No tenía sentido.
Retornó a la calle, en lo que era una oscura noche. Mientras avanzaba, su mente intentaba decidir cual de las tres variantes sería la más precisa. Quizás encontraba otra, pero tenía que actuar de inmediato, no podía dejar pasar más tiempo. Llegó a su casa, dejó sus cosas y se sentó frente al lugar que más visitaba de su departamento. Él lo estaba esperando, a pesar de no saber que lo había seguido todo el día. Tras varios segundos donde cruzaron sus miradas en silencio, lo rompió con una frase.
- Sabía que estarías ahí sentado. Basta de todo esto - gritó las últimas palabras. Se alejó hacia la cocina para hacerse algo de comer. Se recostó, algún tiempo después.
Al día siguiente, pasado el mediodía, el departamento se llenó de repente. El sonido de la ambulancia invadió el edificio. Una vecina afirmaba ante un agente de policía que lo había escuchado hablar con alguien. La puerta no estaba forzada, la hermana al no recibir respuesta, había decidido ir a visitarlo.  Lo encontraron cómodamente en su cama, ya sin vida. En la cocina, se hallaron extrañas especias en la comida.
- Si no entró nadie y él siempre se cocina - La hermana hablaba  intentando buscar alguna explicación. Alcanzó a escuchar como uno de los hombres le susurraba algo al oído a otro:
"Siempre hace el mismo trayecto durante sus días: cruza un puente en la estación del tren, se toma un colectivo y vuelve en subte. Lo encontramos en una de las cámaras cuando regresaba. Estaba hablando solo"
Ya no tuvo necesidad de seguir escuchando. Se acercó al bañó, cerró la puerta y se miró fijamente en él. Su hermano se había dejado vencer por aquel peligroso reflejo. En una de las esquinas del cristal, notó que había algo escrito en blanco. Lo que siempre afirmaba que se cruzaba por su mente como salida a la amenaza del espejo, pero que no fue capaz de llevarlo adelante: ¿Tren, subte o colectivo?

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