lunes, 31 de diciembre de 2012

Historia escrita y una nueva hoja en blanco para soñar

Tiempo de escuchar la palabra balance en repetidas oportunidades. Es lógico cada vez que se acerca el fin de un año y el comienzo de otro. Es extraño como a veces esperamos un ínfimo cambio de números en el calendario, pensando o deseando que varias cosas cambien con él.  Quizás deberíamos actuar o buscar lo que queremos en cualquier instante de esto que llamamos  vida, en lugar de esperar "renovar" las esperanzas basándose en el paso del tiempo.  Es cierto que algunas cosas nos marcan o transforman de un año a otro, siendo la marca temporal normal utilizada en el mundo. "El año que viene voy a..." es un buen ejercicio para analizar a futuro a través del valor de nuestras palabras, obviamente dicho a conciencia y no para ocultar o evadir situaciones que no ameritan aguardar más tiempo,
Cuando hoy levanten la copa para brindar con la gente que eligen tener a su lado, llegarán esas escenas donde viajamos hacia el pasado recordando personas que ya no están y que en su momento levantaron también sus copas juntos a nosotros. Ese instante agrega un nueva hoja en blanco para escribir nuestra propia historia. En una de las primeras que tenemos, suelen aparecer esos sueños, imágenes en la mente de algo hipotetico que termina definiendo una de las palabras más abstractas posibles como lo es la felicidad. Abstracto pero real a la vez. Sueños que nos hacen únicos, que nos recuerdan donde estamos y hacia donde vamos. Sin ellos, simplemente deambulamos en el tiempo. 
Aristoteles decía que el fin último del hombre debía ser la búsqueda de la felicidad. Esos 10 segundos antes de empezar a vivir el 2013, mira donde estás parado y valora ese espacio con quien estas, preguntandote en que parte de ese camino para buscarla te encontras. 
La vida tiene esos pequeños momentos que nos dejan disfrutar y conocer esa felicidad, donde sonreímos de verdad y no por compromiso. Cuando la balanza imaginaria se inclina hacia el espacio que esperamos y la sensación que deseamos. ¿Cumpliste sueños este año que se va? Si no fue así, es tiempo de alcanzarlos y si lo disfrutaste, como fue mi caso con la publicación de mi primera novela, es inevitable soñar con mucho más y no quedarse con lo que ya se hizo. 

Cambiará el calendario, un número en el año, pero la historia la escribe cada uno.
Disfruten lo que tienen y valoren a la gente que tienen al lado. 

¡Feliz 2013 para todos!