Hoja blanca, con renglones de finas líneas azules, doblada a la mitad para que entrase en un sobre. Tamaño 160
x 210 mm. Birome azul. Escritura a mano. Letra imprenta.
En la simpleza está la complejidad
“Resulta complejo el
solo hecho de empezar a escribir esta carta. En ese camino imaginario
de posibles alternativas, esta salida implicaba la última. Me
pregunto por donde comenzarán las personas que toman este camino.
Imagino aquellas de mente fría, capaces de planificar hasta estos
pasos. También seguramente están los más espontáneos, de poca
paciencia, ansiosos por llevar adelante la idea y llegar al otro
lado, como suele escucharse. Quizás el pensar que mientras estás
leyendo estas palabras, la decisión ya está tomada y voy hacia ese
otro lugar, le da un valor adicional, como todo lo que parece generar
el concepto abstracto de la muerte. Mentiría si no escribiera las
veces que dudé antes de tomar la decisión definitiva. Si fuera tan
sencillo, el número de personas que optaría por esta salida sería
mucho mayor. Lo que cuesta vale, dicen algunos. No puedo afirmarte
eso, pero quiero creer que es así. Se que también estás pensando
porque tanta planificación frente a la inmensidad de maneras que
existen hoy en día para llevar adelante el acto. La respuesta a ese
planteo es sencilla y tiene que ver con un momento especifico (de
control te diría) para que esta carta llegase a tus manos cuando
corresponda según mis estimaciones. Son aproximadamente las 22:15 y
estás sentada en la antigua silla a un costado de la puerta, por el
impacto que te generó encontrar la carta. Si es así, te pido que
camines hasta el pequeño balcón donde compartimos tanto a pesar
de su ínfimo espacio para dos personas. Seguro el frío va a cambiar el
color de tus mejillas y tus ojos van a mezclar lágrimas con el clima
helado que trae el viento. Más allá de eso, cuando levantes la
cabeza, tu mirada va a seguir mi cuerpo al dejarse caer para cumplir
estas palabras. Es tiempo de dar el salto para evitar dejarte en una
posición inevitable por el color de tu pulsera. En la simpleza está
la complejidad”
Leé el Capítulo 2
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