Siempre se preguntaba porque no lo veían a
pesar de estar ahí. Le echaban la culpa en repetidas frases con un tono
negativo. Intentaba ayudar, pero se aprovechaban de él sin medir las
consecuencias. Un escaso grupo de personas comprende su uso y facilita su
trabajo, pero una gran mayoría continua jugando con los límites de la realidad donde se
encuentran, buscando alguna excusa a través de un juego de palabras con él en
el medio.
En ciertas ocasiones y ante las mismas y
repetidas escenas, las reacciones eran idénticas. No podía entender como
cometían el mismo error una y otra vez. Después se justificaban con una frase del
estilo “Si pudiera volver atrás, lo haría diferente” ¿Qué atrás? ¿Por qué no lo
hiciste diferente antes? Si pudiera, lo afirmaría con ese tono de frente a cada
uno de ellos. Era como que daban un salto al vacío, sabiendo que no podrían regresar.
La realidad es que mi trabajo es algo complejo.
Tengo la capacidad de estar en todos lados, es mi obligación hacer notar mi
presencia. Obviamente a veces se hace difícil y quizás no cumplo al pie de la
letra mi contrato. Formo parte de cada uno de esos momentos donde si no estaría,
no existiría un final. Soy de esas cosas determinantes en la vida de un ser
humano. Esos seres que festejan cada un año su cumpleaños. Ese festejar comienza
a desaparecer cada día un poco más hasta que el pensamiento cambia a que quizás
sería el último.Algunos si me aprovechan, son los que mejor comprenden aquel valor.
Cuando ya no aparezco, es que no hay otra
opción. La eterna lista de aquellas decisiones que toman durante su vida, se
esfuma como si nunca hubiera estado ahí. A veces cuando tengo mucho frío, me
congelo cambiando las posibilidades para cada uno de ellos. En otras ocasiones,
necesito volar. Son etapas, como yo las llamo. Intento acompañar a todos, me
quieran o no como compañía. La incógnita de percibirme en el aire, acechando, a
veces se convierte en un peso complejo de manejar. No los culpo, admito que
vengo con muchos problemas a veces. Lo
que pasa es que no me dan el valor que deberían darme. Escucho a muchos que
afirman que para alcanzar la felicidad, necesitan de mí ayuda. ¿Por qué? ¿Quién
dijo eso? Alguien corrió el rumor y parece que quedo implementado por ahí.
Así fue que un día dije voy a ver de cerca como
me tratan. Me subí a ese medio de transporte que llaman Colectivo. Noté como
muchos iban apurados con solo mirar sus gestos corporales de no dejar de mirar el reloj en su muñeca. Quizás piensan que van a llegar más rápido así. Solo unos pocos no
llevan ese inofensivo, pero su vez peligroso reloj. A mi lado un hombre levanta la voz hablando por celular. “Teníamos
que cerrar el contrato ayer. Ahora ya está, es tarde” Su rostro de indignación
lo decía todo. Una mujer también usaba ese extraño aparato que cambio las
comunicaciones en el mundo, complicando mí trabajo al tener que moverme aún más
rápido que de costumbre. “Llegue justo. El examen fue como esperaba. ¿Podes
creer que solo dio una hora?”
Cuando me bajé del colectivo, me encontré con
un grupo de personas mirando un
televisor en una vidriera. El partido estaba por llegar a su final. Una
embarazada pasó a mi lado, con un aspecto de unos 7 meses. Otra de las
pantallas en la vidriera mostraba un noticiero. La información acerca de la
lluvia que se aproximaba utilizaba mi nombre como si yo tuviera que ver algo
con el clima. En el bar pegado a la vidriera, una pareja discutía sin importar
su alrededor. “Necesito pensar” se escucho. Obviamente sabía la frase que venía
después de eso. Siempre terminaba apareciendo en eso que definían como relaciones. Un cartel en un negocio mostraba la frase "No dejes para mañana lo que puedes hacer hoy"
Si sumo todas aquellas situaciones, debería
volverme loco, pero es inevitable estar presente en cada una de ellas. Un
hombre me tocó el hombro y se quedó mirándome unos segundos, mientras comenzaba
a llover.
- ¿Tenes hora? - Le respondí al instante sin mirar nada obviamente.
Mientras abría su paraguas, pronunció algunas palabras antes de alejarse y continuar su día
- ¿Qué loco es el tiempo, no?