domingo, 8 de julio de 2012

Un mundo de libros


Tenía ganas de salir. A veces algunos rayos de sol alcanzaban su piel, pero esa sensación duraba solo durante los escasos momentos que vivía mirando el mundo a través de aquel vidrio, donde era expuesto. Se preguntaba cuando sería el día donde realmente pudiera conocerlo. Estaba rodeado de historias, pero no tenía la posibilidad de vivirlas.Apenas se escuchaban algunas líneas en relatos cortos de las personas que visitaban el espacio. Había días donde ni siquiera se movía de su lugar, en otros terminaba en un punto diferente al ser movido sin intención de elegirlo. En aquellas oportunidades, su mente se llenaba de alegría al imaginar que sería el día, pero cuando era regresado a su punto de origen, esa sensación se desvanecía. 
A veces llegaban nuevos compañeros que rápidamente saltaban al mundo exterior sin ningún esfuerzo. Se preguntaba el porqué, si su historia no tenía nada que contar. Con el correr del tiempo, llegaba el miedo de ser alejado y terminar en la oscuridad junto a otros que corrieron la misma suerte. 
Sin embargo, no fue necesario llegar a tal extremo. Con la sonrisa que demostró al verlo, ya le permitió pensar que había llegado el día. Sintió un escalofrío cuando ella lo levantó entre sus manos. Apenas segundos después, notó que no estaba siendo dejado nuevamente en su lugar, sino que se acercaba a "la caja", como la llamaban ellos.  Tras decretar su salida, ella abrió la puerta sosteniéndolo entre sus brazos y él sintió el aire fresco del mundo por primera vez.  
El espacio donde ella vivía le dio tranquilidad. La biblioteca parecía exprimir al máximo el espacio disponible. Prestó atención a quienes serían sus compañeros durante aquel tramo de su vida. Al otro día, ella lo guardó en su mochila y un rato más tarde, ambos sentían el cálido sol en la plaza del barrio. Disfruto cuando ella lo abrió nuevamente, está vez para comenzar a recorrer sus páginas. Así se repitió durante varios días, en diferentes lugares. Hasta que llegó el final. Ella lo cerró, sonriendo. Él se guardo aquella imagen en su memoria, sabiendo que había cumplido su objetivo, su historia escrita en aquellas hojas. 
El libro regresó a su biblioteca, esperando salir nuevamente para intentar transmitir esa única e increíble experiencia que abre las puertas a un mundo sin límites donde solo depende de la imaginación. Un mundo que al entender su significado, nos lleva a fronteras nunca antes conocidas. Un mundo de libros que se define con una simple palabra llamada lectura. ¿Qué estás esperando para leer un libro?

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