Tenía ganas de
salir. A veces algunos rayos de sol alcanzaban su piel, pero esa sensación
duraba solo durante los escasos momentos que vivía mirando el mundo a través de
aquel vidrio, donde era expuesto. Se preguntaba cuando sería el día donde
realmente pudiera conocerlo. Estaba rodeado de historias, pero no tenía la
posibilidad de vivirlas.Apenas se escuchaban algunas líneas en relatos cortos
de las personas que visitaban el espacio. Había días donde ni siquiera se movía
de su lugar, en otros terminaba en un punto diferente al ser movido sin
intención de elegirlo. En aquellas oportunidades, su mente se llenaba de
alegría al imaginar que sería el día, pero cuando era regresado a su punto de
origen, esa sensación se desvanecía.
A veces llegaban
nuevos compañeros que rápidamente saltaban al mundo exterior sin ningún
esfuerzo. Se preguntaba el porqué, si su historia no tenía nada que contar. Con
el correr del tiempo, llegaba el miedo de ser alejado y terminar en la
oscuridad junto a otros que corrieron la misma suerte.
Sin embargo, no
fue necesario llegar a tal extremo. Con la sonrisa que demostró al verlo, ya le
permitió pensar que había llegado el día. Sintió un escalofrío cuando ella lo
levantó entre sus manos. Apenas segundos después, notó que no estaba
siendo dejado nuevamente en su lugar, sino que se acercaba a "la
caja", como la llamaban ellos. Tras decretar su salida, ella abrió
la puerta sosteniéndolo entre sus brazos y él sintió el aire fresco del mundo
por primera vez.
El espacio donde
ella vivía le dio tranquilidad. La biblioteca parecía exprimir al máximo el
espacio disponible. Prestó atención a quienes serían sus compañeros durante
aquel tramo de su vida. Al otro día, ella lo guardó en su mochila y un rato más
tarde, ambos sentían el cálido sol en la plaza del barrio. Disfruto cuando ella
lo abrió nuevamente, está vez para comenzar a recorrer sus páginas. Así se
repitió durante varios días, en diferentes lugares. Hasta que llegó el final.
Ella lo cerró, sonriendo. Él se guardo aquella imagen en su memoria, sabiendo
que había cumplido su objetivo, su historia escrita en aquellas hojas.
El libro regresó
a su biblioteca, esperando salir nuevamente para intentar transmitir esa única
e increíble experiencia que abre las puertas a un mundo sin límites donde
solo depende de la imaginación. Un mundo que al entender su significado, nos
lleva a fronteras nunca antes conocidas. Un mundo de libros que se
define con una simple palabra llamada lectura. ¿Qué estás esperando para leer un libro?
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